5 de febrero de 2014

Capítulo 2: Antes de empezar

 Creo que mi entrada anterior acabo siendo más confusa que clarificadora, hablando de conceptos e ideas sin llegar a ninguna parte. No es que haya una intención oculta en ello, simplemente pienso que es una estúpida manía inconsciente que tengo de dejar espacios abiertos para, supongo yo, permitir la entrada a posibles intervenciones externas. Por lo tanto, deduzco que será una constante, siempre que me acostumbre a actualizar el blog, en las entradas. Espero no agobiaros y que me acabéis odiando por escribir sinsentidos i divagaciones extrañas.

Dicho esto, pongámonos manos a la obra con el tema de hoy. Para todas aquellas que estéis pensando en empezar con el estilo, esta entrada puede resultaros útil ( o por el contrario puede pareceros de lo más irrelevante y podéis acabar tachándome de neurótica) para las que ya habéis superado el proceso, y o bien seguís en el estilo o bien en algún momento decidisteis dejarlo, sería interesante saber si al empezar pasasteis por una fase parecida, una completamente distinta o bien os embarcasteis en la aventura sin pensar demasiado en ello.

Con la presente entrada pretendo hablar sobre ese espacio de tiempo posterior a decidir si una quiere o no seguir la moda gyaru. Algo así como la preparación previa al gran salto, la “carrerilla”. Puede sonar muy teatral, pero hace no muchos días trataba de recordar ese momento en el que decidí adentrarme en el mundo gyaru. Prácticamente a ciegas y sin demasiada información, que ademas puedo calificar como de pésima calidad, me tire a la piscina con todo. Y aún que no me fue del todo mal, incluso llegó a ser divertido, no me hubiera venido mal que alguien me hubiera advertido antes. 

A continuación voy a mencionar diversos puntos que considero que hay que tener en cuenta antes de meterse en el meollo, y no pueden resultar provechosos a la hora de desenvolvernos en el mundo gyaru:
  1. Saber diferenciar entre el gyaru en sí y la comunidad. Una cosa es el estilo y su filosofía, que abarca cuestiones sobre la estética gyaru, su forma de ver el mundo y la manera de relacionarse con él en base a unos valores y otra muy distinta es las personas que conforman el movimiento. En el último caso es importante que tengamos presente que tratamos con eso, personas, y que estas actuarán como piensan que deben hacerlo independientemente de si llevan pestañas postizas o la cabeza rapada. Si es cierto que hay ciertas tendencias conductuales acorde con una determinada forma de pensar, pero existen patrones que se repiten en todas las comunidades y que tienen más a ver con la forma de ser del ser humano más que con un estilo, moda etc...es ahí donde muchas veces se confunden las cosas. Es bien conocida la historia turbia de la comunidad gyaru en España, y es fácil oír o leer comentarios del tipo “es que el gyaru en España apesta” o cosas por el estilo, pero oye, que comunidad formada por humanos no tiene problemas. Las discrepancias en comunidades de vecinos esta a la orden del día, por ejemplo. Por lo tanto en un mundo tan dispar, no es extraño encontrarse con personas con opiniones que chocan entre sí. Y eso no debe suponernos un problema cuando nos planteamos entrar en el mundo gyaru, por que ya en la vida cotidiana de cualquiera de nosotros nos encontramos con situaciones parecidas. Por lo tanto hay que tener muy claro que una cosa es ser gyaru y la otra formar parte del movimiento.

  2. Otra cuestión que me parece fundamental es la de ser crítico con la información que recibes. Uno de los grandes problemas con los que nos encontramos las gals españolas en nuestros inicios fue precisamente ese. Pese a tener a manos la herramienta de comunicación más global que el hombre a creado, Internet, no eramos capaces (dadas las circunstancias) en discriminar la información que teníamos, que todo hay que decirlo era exigua al lado de la que existe actualmente. Simplemente asumíamos y dábamos por buena la que había y tratábamos, poniendo todo nuestro empeño, adaptarnos a lo que poseíamos. Sin embargo la mayoría de imágenes pertenecían a otra época y durante algún tiempo vivimos “en la edad de piedra” mientras que en Japón ya pasaban por el renacimiento. Y de alguna manera cuando pudimos acceder a información más actual, por que empezamos a aprender donde y como buscar o bien por que hubo quienes tuvieron la oportunidad de viajar al país del sol naciente, fue como una especie de shock entre lo que estaba de moda y lo que ya había pasado a mejor vida. Es por eso que es importante contrastar información y no limitarse a lo que vemos. De otra forma, nos llevaría a tener una idea confusa, y muy probablemente errónea, sobre que es el gyaru.

  3. Tener la mente abierta. FUNDAMENTAL, y lo pongo en mayúsculas para que no pase desapercibido. Si estamos dispuestos a adoptar dicho estilo, también estamos dispuestos a adoptar lo que ello conlleva. El gyaru nació, creció y se crió en Japón, un país culturalmente muy distinto al nuestro, y a pesar de poner todas las intenciones para crear un estilo occidentalizado no debemos olvidar de donde viene. Con eso quiero decir que no podemos ceñirnos a unas idees preestablecidas, tenemos que ser conscientes que el gyaru aporta un enfoque muy distingo sobre la moda o el estilo de vida y tenemos que estar dispuestos a abrir nuestros horizontes para comprenderlo y profundizarlo. Hay que tener un actitud positiva hacia lo nuevo, sin cerrarnos en banda, y hay que estar dispuestos a cambiar algunos aspectos de unos mismo sin dejar de ser uno mismo. Por ejemplo, el gyaru es un estilo al que le sigue una actitud, digámosle, osada. Una persona que es extremadamente tímida o con muchos complejos podrá no adaptarse bien, sin embargo he oído de muchas chicas que este estilo les ayudo a se más atrevidas y a afrontar su timidez. Por lo tanto siempre hablamos de cambios positivos. En ningún caso se trata de que ahora nos volvamos unas desvergonzadas, hay que saber encontrar el termino medio.
Una vez tengamos claras esta cuestiones podemos empezar con la siguiente fase. Llevar a cavo nuestra transformación como gyaru , sabiendo cuales son sus características, aprendiendo a identificarlas para poder ponerlas en práctica en nosotras mismas.

Gracias por leerme!



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