Me gustaría hacer la introducción al
blog hablando un poco de las gyaru, a modo más general y sin entrar
en muchos detalles. Se que muchos/muchas de los que habéis llegado
aquí probablemente, y disculpad si me equivoco, ya sabréis de que
va el tema, sin embargo me parece interesante, y adecuado, apuntar
algunas notas sobre a qué nos referimos al hablar de “gyaru”.
No voy a explicar la historia del
surgimiento del estilo dado que esta se presenta confusa, con ello
quiero decir que hay muchas teorías sobre el porqué y el cómo de
su nacimiento y podría estar explicando algo altamente surrealista
que para nada podría parecerse a la realidad. Lo que si queda claro
es que, en algún punto de la historia de Japón, un puñado de
chicas jóvenes decidieron alzarse contra lo establecido en cuanto a
moda y forma de pensar. Un revolución que no gustó, y sigue sin
gustar, a una parte importante de la sociedad japonesa.
Desde aquel entonces la filosofía de
las gyaru ha ido variando y hoy en día, creo yo, a perdido la
esencia de antaño. Lo que no quiere decir que sea malo, solo que las
prioridades son otras, así como su enfoque. Cabe destacar que lo que
sí se mantiene son esas ansias por aspirar a algo completamente
distinto de los estándares, que todavía hoy, permanecen arraigados
en Japón.
¿Qué es el gyaru?
Me gusta pensar que el gyaru es a la
vez una moda y un estilo de vida. Quizás pueda entenderse como una
tribu urbana, y en tanto a otras tibes, es dueña de su porvenir. Son
las mismas gyaru de calle las que conducen el sentido de su estética
y valores. Y aún que a priori pueda parecer que son seguidoras de
estereotipos creados por las marcas, marcas que diseñan para este
estilo en concreto, creo yo que son ellas quien marcan el ritmo y
tienen la última palabra. Así es, ellas deciden que está de moda y
que no, que maquillaje es el apropiado o que estampados deben empezar
a llevarse en cada temporada. Puede parecer algo inverosímil, pero
si nos ceñimos a los echos descubrimos quien es el verdadero
director de orquesta. Por ejemplo si ellas deciden empezar a vestir,
maquillarse o incluso comportarse de una forma en concreto, todo
empezará a moverse a su alrededor. Une ejemplo de ello lo
encontramos en al fijarnos en las gyaru de ahora, cuando se creía
que el manba había muerto apareció el Kurombo, una reinterpretación
moderna del estilo, que propulso a la fama la marca D.I.A, la cual
fue adaptando sus diseños a las exigencias de las divas del
bronceado y los tintes fantasía. Uno de tanto ejemplos, y aún que
para las que empezáis esto os suene a chino con el tiempo
descubriréis como funcionan las reglas del juego. Más adelante, en
otra entrada, hablaré sobre cada punto imprescindible en el gyaru
para que sea más fácil adentrarnos en el mundillo.
Evidentemente, este estilo no deja a
nadie indiferente, y su rápida expansión y crecimiento se ve
patente en todo el mundo, actualmente ya podemos decir que no es un
estilo exclusivo de japón, podemos ver gals en América, Francia,
Italia, Finlandia o España (entre muchos otros países). Aún que
desde mi punto de vista, el gyaru fuera de Japón es menos estricto,
es decir, no va tan a merced de las últimas tendencias y se deja
llevar más por el libre albedrío de su portadora. Si bien es cierto
que de alguna forma estamos al día de las tendencias actuales, no
nos importa llevar ropa de otras temporadas o estilos de otros
tiempos porque simple y llanamente nos gusta.
Por otra parte, he
podido ver como las gyarus extranjeras (entiéndase fuera de Japón)
están empezando a ser más autónomas y, bajo mi punto de vista,
creando su propia interpretación del gyaru. No es de extrañar que
eso suceda, pues en otros ámbitos como, por ejemplo, en el arte
lleva sucediendo desde que alguien cogió un pincel para pintar
(disculpad el símil, me viene de formación profesional) donde un
mismo movimiento artístico podía tener variantes o interpretaciones
distintas en función del artista. Es entonces remarcable entender el
contexto para entender el estilo y su evolución. Todos estamos
influenciado por lo que nos rodea, eso es una parte de lo que nos
define, y el gyaru está igualmente sujeto a ello. Por eso es
complicado tratar de dar una definición certera al gyaru, ya que
dependerá del punto de vista donde se miré. Sin embargo, y
dejándonos de filosofía barata, si podemos establecer puntos
comunes que nos sirven para entender que es el gyaru o incluso hacer
una descripción muy general: Entendemos el gyaru como una forma de
entender la moda, en constante evolución donde se reinventa a si
mismo, y que se caracteriza por una estética vinculada a las últimas
tendencias y un estilo de vida fuera de todo estereotipo y norma
japonesa.
Y aquí abro debate para que todo el
mundo plantee posibles definiciones mejores que esa, más acertadas o
que concreten más.
Y hasta aquí el capítulo de hoy.
Gracias por leerme y por los, posibles, comentarios.
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